Una Historia

Conozco a un Papá que ha sido muy feliz con el nacimiento de cada uno de sus hijos. Hace algunos años, en una visita a mi taller, se encontró con un cuadro que yo estaba pintando, en el que habían dos jirafas, madre e hija, que caminaban por las llanuras del Serengueti, era parte de una serie de animales africanos. 

Le gustó mucho y pensó que cada uno de sus hijos, al ser tan especiales y diferentes, podrían tener las cualidades de un animal e identificarse con él. Esa vez se fue con el cuadro bajo el brazo, era un gran formato! 

Así después vinieron las Cebras para uno y los Elefantes para otro. Hace unos meses al encontrarme con él, me contó que ya había llegado a la suma no menor, de cuatro hijos.

La última era una niña de grandes ojos, que se abría paso con gran fuerza y personalidad entre sus hermanos mayores. Esta vez él quería que su hija fuera una "tigreza", luego de conversaciones para llegar a la mejor manera de enfrentar el cuadro, se me ocurrió que sus hermanos tenían que estar "insinuados" el él sin dejar de ser ella el personaje principal.

Este es el resultado, ella aún no lo ve pero espero que lo sienta suyo y se vea interpretada en él, así como lo han echo sus hermanos.